David Leppington llega al pequeño pueblo en el noreste de Inglaterra que lleva su apellido, donde su familia ha vivido durante más de mil años. Se hospeda en el hotel regentado por la enigmática Electra, donde solo hay otro inquilino, la joven Bernice. Poco después, llega Jack Black, un ex convicto con cicatrices y tatuajes, a quien Electra ofrece alojamiento a cambio de trabajo. Juntos, descubrirán que bajo la apariencia tranquila del pueblo se esconde una historia terrible y un submundo ávido de muerte. Esta adictiva novela ofrece una nueva perspectiva sobre el vampirismo, vinculándolo a la mitología nórdica y despojándolo de cualquier glamour. Una obra sólida que demuestra por qué Simon Clark es uno de los autores de terror británicos más respetados.