En el segundo libro de la trilogía de los Campbell, Patrick MacGregor, un hombre con el espíritu de un clan proscrito, debe involucrar a Elizabeth Campbell, la hija de su peor enemigo, en un audaz engaño para salvar a su gente. Tras una apariencia tímida, Elizabeth anhela amar y, cuando Patrick la rescata, lo invita a quedarse. La dulzura de Elizabeth penetra el alma de Patrick, provocando sentimientos encontrados que superan la venganza. Seducida por sus besos y el peligro que lo rodea, Elizabeth sucumbe a la promesa en la mirada de este hombre misterioso.