En 'El testamento de San Juan', J.J. Benítez nos transporta a Éfeso en el año sexto del gobierno del emperador Nerva Trajano, donde Juan de Zebedeo, el hijo del trueno, se prepara para escribir su cuarta y última epístola. A punto de cumplir cien años, Juan, conocido hoy como San Juan Evangelista, decide revelar verdades que hasta ahora nadie se había atrevido a proclamar. Esta obra, ambientada setenta y tres años después de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, no pretende ser un documento histórico, sino una reflexión sobre lo que pudo ser y que reside en la mente de muchos creyentes, abordando los errores que amenazan con distorsionar el mensaje crístico.