Elspeth MacDonald siempre recordaría las palabras de su madre moribunda: «Cuida del pequeño Roberto. No dejes que se lo lleven. Tenéis que permanecer juntos. ¿Entendéis?» Elspeth no lo entendió en aquel momento. ¿Quién iba a querer llevarse a su hermano? Pero el significado de la súplica de su madre se hizo terriblemente claro cuando Elspeth supo cuál sería su vida de huérfanos en Escocia. A ella le buscarían una casa en donde trabajaría de criada, y su hermanito sería internado en un orfanato. Esta es una historia conmovedora sobre la importancia de la familia y la perseverancia ante la adversidad.