En 'Els assassins de Franco', Francesc-Marc Álvaro ofrece un análisis crítico de la transición democrática española, argumentando que fue una impostura tanto por parte de los héroes de la oposición, incapaces de derrocar a Franco, como de los exfranquistas que buscaban perpetuar su influencia. El autor examina cómo la sociedad española, tras años de anestesia, aceptó o consintió esta situación, priorizando un nuevo mito de unidad que dejaba de lado el perdón, el reconocimiento de las víctimas y la verdad histórica. Álvaro cuestiona la subordinación del pasado al futuro, donde se igualaron opresores y oprimidos, y se obvió el sectarismo, aceptando incluso la idea de demócratas dentro del franquismo y asumiendo que oponerse a Franco convertía a alguien automáticamente en demócrata.