Este libro, coordinado por Fernando Cerezal, aborda la enseñanza de lenguas modernas desde una perspectiva intercultural. Se centra en cómo el desarrollo de la conciencia sobre la propia lengua y cultura puede enriquecer el aprendizaje de otras lenguas, fomentando la competencia comunicativa intercultural. El libro explora la reflexión y el debate en la enseñanza de lenguas, ofreciendo una visión integral para educadores y estudiantes interesados en la interculturalidad.