En 'Esto no es un programa', Tiqqun ofrece una crítica radical de la democracia como una farsa, reivindicando una política sin políticos. El libro explora la lucha y la subversión contra el Imperio, proponiendo un 'Partido Imaginario' como un plano de inmanencia común. A través de un análisis profundo, Tiqqun invita a la reflexión sobre la construcción de formas de vida a partir de las diferencias y la búsqueda de canales para la intensidad.