Este libro analiza el proceso de instrumentalización de las Fallas por el poder franquista y su función en la fabricación del consenso cotidiano de la dictadura. El autor, desde una perspectiva histórica y con un enfoque sociológico y antropológico, explica cómo el franquismo reinventó la tradición de la fiesta, originariamente de raíz popular, para crear una verdadera ortodoxia fallera que le sirvió de legitimación ideológica. Durante la transición política, los recursos organizativos y la ideología vinculada a las Fallas fueron un factor decisivo para la articulación del anticatalanismo. Este estudio ofrece las claves para interpretar la transformación de la fiesta y valorar la huella que dejó el franquismo en la vida pública valenciana.