Esta biografía de Philip Warner examina la vida de Douglas Haig, comandante de las fuerzas británicas en el Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial. A menudo criticado, Haig es retratado como un individuo valiente pero imperfecto que soportó la presión del mando a un alto costo personal. Warner revela cómo Haig dedicó su energía al bienestar de sus antiguos soldados, posiblemente acelerando su propia muerte prematura.