En 1923, el gobierno australiano entregó tierras a los excombatientes a cambio de que las limpiaran y establecieran granjas lecheras. Fue un proyecto fascinante, aunque no siempre bien organizado, lo que lo convierte en un escenario perfecto para una novela histórica. Los personajes y la historia son ficticios, pero el contexto es lo más preciso posible gracias a la investigación realizada. Norah, cuyo marido murió en la Gran Guerra, y Andrew, viudo, apenas se conocen, pero Andrew quiere que se muden juntos a Australia para comenzar una nueva vida. Después de todo, sus hijos necesitan una madre, pero Norah piensa que la idea es una locura, aunque también puede ser la respuesta a todos sus sueños.