En este libro, Jean-Pierre Filiu analiza las estrategias y tácticas empleadas por las autocracias de Oriente Medio, especialmente en Siria, Egipto, Yemen y Argelia, para reprimir los levantamientos democráticos de la 'Revolución Árabe'. Estas autocracias recurrieron a agencias de inteligencia, fuerzas armadas y bandas callejeras para imponer su voluntad. Además de la intimidación física, el encarcelamiento y el asesinato, desacreditaron y dividieron a sus oponentes impulsando a grupos salafistas y yihadistas como el Estado Islámico, liberando de prisión a islamistas radicales y financiándolos en secreto. El libro examina cómo Bashar al-Assad, entre otros, recurrió a tácticas brutales para aferrarse al poder, estableciendo un precedente que otros autócratas árabes podrían seguir.