Este libro analiza la transición de países que han sufrido guerras civiles o regímenes militares hacia democracias pacíficas. Basándose en experiencias en Bosnia, Haití, Ruanda y Afganistán, el autor demuestra que estas democracias emergentes necesitan más que apoyo económico de emergencia. Restaurar el estado de derecho implica capacitar a una nueva fuerza policial o crear un tribunal internacional de crímenes de guerra. El autor ofrece recomendaciones específicas para la ONU y la UE, recordando que el desprecio por los derechos humanos o la demora en la reconciliación civil pueden llevar a resurgimientos de la violencia. Este volumen ofrece una nueva esperanza para aquellos preocupados por el éxito duradero de la paz.