En este libro, Michael Woodin y Caroline Lucas presentan alternativas ecológicas a la globalización económica. Argumentan que la globalización aumenta la pobreza, socava la democracia y destruye el medio ambiente. Proponen un nuevo enfoque basado en la localización económica, fundamentado en los principios de equidad, ecología y democracia. Los autores demuestran cómo la localización económica puede aplicarse para resolver crisis internacionales como el cambio climático, el comercio, el desarrollo, la agricultura y la seguridad internacional.