En la tranquila secuela de un eclipse total, Laura presencia un brutal ataque. Ella y su novio Kit llaman a la policía, y en ese momento, no es solo la vida de la víctima la que cambia para siempre. Quince años después, Laura y Kit viven con miedo. Y aunque Laura sabe que hizo bien en hablar, los acontecimientos que siguen le han enseñado que nunca se puede ver la imagen completa: algo, y alguien, está siempre en la oscuridad. Una novela de suspense que te mantendrá en vilo hasta la última página.