En este libro, Andy Stanley explora la pregunta de cuándo es suficiente lo bueno. A través de una perspectiva cristiana, Stanley examina las expectativas y estándares que nos imponemos a nosotros mismos y a los demás, invitando a la reflexión sobre la gracia y la aceptación en lugar de la búsqueda incesante de la perfección. El autor nos anima a encontrar un equilibrio saludable y a vivir con propósito y contentamiento, reconociendo que nadie es perfecto y que la verdadera satisfacción se encuentra en la relación con Dios.