Stella no está contenta de tener que pasar el verano en el campamento Evergreen, especialmente cuando descubre que tiene que aprender a nadar, algo que su madre le había prometido que no tendría que hacer. Decidida a no disfrutar, Stella se prepara para un verano de pesadilla, pero al final hace amigos, se mete en líos y se lo pasa mucho mejor de lo que jamás hubiera imaginado. Una historia de aventuras y amistad para jóvenes lectores.