En la Inglaterra de principios del siglo XX, las vidas de las hermanas Schlegel, intelectuales y progresistas, se entrelazan con la de la familia Wilcox, rica y conservadora, a través de la posesión de la casa Howards End. La novela explora las convenciones sociales, los códigos de conducta y las relaciones interpersonales en una sociedad en transformación, donde las diferencias de clase y los valores tradicionales chocan con las nuevas ideas. Considerada una de las obras maestras de E.M. Forster, 'Howards End' es una reflexión sobre la búsqueda de la conexión humana y la importancia de encontrar un equilibrio entre el mundo material y el espiritual.