En un mundo que conoce muy bien la angustia inherente al choque de las viejas costumbres y los nuevos estilos de vida, la historia clásica y atemporal de Margaret Craven sobre el viaje de un joven al noroeste del Pacífico es tan relevante hoy como siempre. En medio de la grandeza de la Columbia Británica se encuentra el pueblo de Kingcome, un lugar de carreras de salmón y tótems antiguos, un pueblo tan inmerso en el tiempo que, según la leyenda Kwakiutl, fue fundado por dos hermanos que quedaron en la tierra después del gran diluvio. Sin embargo, en este Edén de tanta belleza natural y riqueza, la vieja cultura de los tótems y el potlatch está siendo atacada, siendo reemplazada lentamente por una nueva cultura de casas prefabricadas y alcoholismo. En este mundo, donde toda una generación de jóvenes se ha desencantado y alienado de su herencia, Craven presenta a Mark Brian, un joven vicario enviado a la pequeña y aislada parroquia por su iglesia. Este es el viaje de descubrimiento de Ma