Este libro explora la influencia de la Iglesia en la sociedad del siglo XVII, centrándose en la figura del arzobispo de Valencia, Fray Isidro Aliaga. Analiza su papel en la política, la economía y la vida religiosa de la época, ofreciendo una visión detallada de las relaciones entre la Iglesia y el poder en la Valencia del siglo XVII. Se examinan aspectos como la muerte del patriarca y su sucesión, el intento de beatificación del Pare Simó, las relaciones con el cabildo y la Inquisición, y el papel del arzobispo al servicio de la corona.