En la Venecia del siglo XVIII, el Conte di Barbaro descubre a un joven amnésico en la laguna. Tras acogerlo en su palacio, el joven demuestra un talento excepcional para la pintura, atrayendo la atención de Caterina Nardi, vecina del Conte y su amor secreto. Caterina, tras casarse con el hermano menor del Conte, quien es embajador en Londres, convierte al joven pintor en su acompañante constante. Este es el inicio de un fascinante juego de cámara donde la erótica y la pintura se entrelazan, culminando en una embriagadora fiesta de los sentidos. La novela revive el esplendor de Venecia, anticipando la llegada de William Turner, su pintor más genial.