En un verano abrasador, la sequía ha agotado el embalse de Thornfield, descubriendo los restos de un pequeño pueblo llamado Hobb's End, oculto a la vista durante más de 40 años. Para un niño curioso, esta aldea resurgida se ha convertido en un patio de recreo mágico... hasta que desentierra un esqueleto humano. El inspector jefe Alan Banks tiene la tarea imposible de identificar a la víctima: una mujer que vivió en un lugar que ya no existe, cuyos antiguos residentes están dispersos a los vientos. Cualquiera podría tirar la toalla, pero Banks se propone descubrir el turbio pasado enterrado bajo un torrente de tiempo.