En 1830, Neil y Lizzie MacKenzie, una joven pareja recién casada, llegan a la parte más remota de las Islas Británicas: St Kilda. Él es un ministro decidido a salvar las almas de los habitantes paganos; su esposa embarazada no habla gaélico y, cuando su marido está fuera, solo tiene las olas y el grito de las gaviotas como compañía. A medida que ambos se ven puestos a prueba al límite en este nuevo y duro entorno, Lizzie pronto descubre que el matrimonio es un país tan traicionero como la tierra que la rodea. Una novela exquisitamente escrita y profundamente conmovedora sobre dos personas que luchan por mantener vivo su amor y su familia en un lugar de terribles dificultades y tumultuosa belleza.