Phoebe Somerville hereda un equipo de fútbol profesional, los Chicago Stars, sin saber nada sobre deportes. El entrenador Dan Calebow es un jock sexista con una sola idea en mente. Phoebe y Dan se desprecian mutuamente, pero la atracción entre ellos es innegable. Esta es la historia de dos personas obstinadas que creen en jugar para siempre.