Este libro narra la vida de María Josefa Segovia, una mujer que hizo de su encuentro con Jesucristo el centro de su existencia. Desde esa conexión espiritual, se dedicó a las tareas terrenales, contribuyendo a la construcción de la Iglesia y a su propio desarrollo personal. La biografía explora cómo Segovia vivió consciente de los desafíos que la sociedad presenta a las mujeres, mostrando una aventura divina en el mundo. Pilar Alastrué ofrece un relato que entrelaza su propia subjetividad con análisis psicológicos y teológicos, brindando una perspectiva única sobre la vida de esta notable figura.