Louise Cantor se niega a aceptar el aparente suicidio de su hijo de veintiocho años y, guiada por sus sospechas e intuición maternal, se embarca en una búsqueda de la verdad junto a su exmarido. Su investigación los lleva a un oscuro submundo de explotación de víctimas del SIDA, donde descubren empresarios corruptos que trafican sangre infectada, investigadores sospechosos realizando pruebas peligrosas y traficantes de drogas vendiendo medicamentos en el mercado negro. A medida que profundizan, su vida corre peligro al adentrarse en instituciones financieras poderosas y pasillos de poder.