En este libro, William Sweet examina las medidas que Estados Unidos puede tomar para ayudar a prevenir la devastación climática. Sweet argumenta que, en lugar de centrarse en la reducción del consumo de petróleo, Estados Unidos debería concentrarse en reducir drásticamente su uso de carbón. Las centrales eléctricas de carbón, que actualmente producen más de la mitad de la electricidad en Estados Unidos, representan dos quintas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero de dióxido de carbono del país a la atmósfera. Sweet cree que una mezcla de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente (turbinas eólicas, gas natural y reactores nucleares) puede reemplazar eficazmente a las centrales de carbón, especialmente porque las mejoras tecnológicas han hecho que la energía nuclear sea más limpia, segura y eficiente.