Un año después de la muerte de su padre, Manuel Astur emprende un viaje a través de Italia, siguiendo los pasos de grandes escritores. Este viaje se convierte en una exploración de su pasado familiar, un aprendizaje de los maestros que lo precedieron y una reconciliación con el dolor y los temores. El libro celebra la memoria de su padre y busca conciliar la felicidad con la melancolía, mostrando el poder de la palabra como fuente de sentido. Una obra conmovedora, bella y certera sobre el amor y la pérdida.