Madrid, 1885. Un importante personaje muere desangrado en una calle conocida, aterrorizando a la población. José Ramírez Cervigón, un periodista sin escrúpulos, ve la oportunidad de impulsar su diario, 'El Vanguardista de Madrid'. Sin embargo, la investigación lo sumerge en una espiral de degradación física y moral, llevándolo a replantearse sus principios y enfrentándose a un peligro que lo sitúa al borde de la muerte. La novela ofrece un reflejo de la sociedad madrileña de finales del siglo XIX, que intentaba seguir los pasos de capitales europeas como París o Londres hacia la modernidad.