La Fia-faia es una celebración ancestral del solsticio de invierno, arraigada en la tradición catalana. El ritual central implica encender una hoguera en la montaña al atardecer, seguida por un grupo de 'fallaires' adultos que llevan el fuego a los pueblos, compartiéndolo con aquellos que esperan con sus propias antorchas preparadas. Esta festividad, reminiscencia de antiguos ritos agrarios y ganaderos, evoca profundas sensibilidades religiosas y festivas, marcando un momento de conexión comunitaria y renovación.