Este libro analiza el fenómeno de la inmigración en Lleida durante el siglo XX, con especial atención al impacto del franquismo. Se examina cómo los movimientos migratorios forzados por circunstancias políticas, económicas y la búsqueda de mejores condiciones de vida transformaron la sociedad leridana, generando un revulsivo urbanístico y demográfico sin precedentes. La obra explora la alternancia entre emigración e inmigración en Cataluña y su influencia en la región.