Este libro analiza las instituciones que participaron en el desarrollo de las bibliotecas en España durante el siglo XIX, centrándose en la supresión de comunidades religiosas y la nacionalización de bienes. Examina la administración central y territorial, así como comisiones y organismos que influyeron en la política bibliotecaria. La obra utiliza fuentes primarias inéditas para ofrecer una visión multidisciplinaria del fenómeno.