Jacques Mouthier ha heredado de su región natal, Franche-Comté, un alma misteriosa y la creencia en los extraños poderes de la Vouivre. Sospechoso de haber matado a varias jóvenes, se refugia en la Isla de los Pinos, en Nueva Caledonia, donde, gracias a los dones transmitidos por su abuelo Lucas, salva a la hija de un jefe de tribu. Aquí, nadie sabe que este «takata blanco», considerado un gran curandero, es buscado por la policía francesa. Mientras que a miles de kilómetros de distancia, su padre lucha por demostrar su inocencia, Jacques sigue sufriendo la influencia de fuerzas maléficas. Estas mismas fuerzas que tal vez lo empujaron a matar, y que despiertan bruscamente en él un odio mortal. Después de Los niños de la Vouivre (2004, premio Louis-Pergaud) y Las hierbas negras (2006), Michel Dodane continúa su saga en las fronteras del realismo y la fantasía, alternando de manera sorprendente el suspense y la emoción sobre un fondo de pasiones y secretos.