En 'La Mémoire et le Temps', San Agustín explora la naturaleza del tiempo y la memoria. A través de un análisis teológico y filosófico, el autor examina cómo la memoria permite a los humanos capturar el tiempo que se escapa, reteniendo recuerdos, olores e imágenes. Este proceso de memoria se presenta como un acto creativo que conecta al hombre con lo divino, permitiéndole trascender la fugacidad del presente y alcanzar una forma de eternidad íntima.