En 'La Révolution du langage poétique', Julia Kristeva explora la vanguardia de finales del siglo XIX a través de las obras de Lautréamont y Mallarmé. Kristeva analiza cómo el lenguaje poético desafía las estructuras lingüísticas convencionales y transforma el código social, introduciendo una ruptura total en la constitución del sujeto hablante. Este libro examina el lenguaje poético como una práctica semiótica que redefine la enunciación y la significación, marcando un punto de inflexión en la historia de la literatura y el pensamiento.