Este libro examina el impacto real del turismo en la gente y el paisaje del Caribe. Explora la estructura de propiedad de la industria y muestra que los beneficios que aporta a la región no están a la altura de sus pretensiones. Los nuevos desarrollos en ecoturismo, turismo sexual y la floreciente industria de cruceros no están cambiando este patrón de explotación a corto plazo de los recursos de la región. El libro muestra cómo las sociedades caribeñas son corrompidas por el turismo y su cultura convertida en una parodia de espectáculo.