Tras la muerte de su madre, Mari deja de hablar, lo que lleva a sus hermanos a decir que 'se la comieron la lengua los ratones'. Su padre, sin saber cómo actuar, decide enviarla con sus tíos. Este cambio resulta beneficioso para Mari, quien, con el tiempo, encuentra sus palabras una a una, explorando lo más profundo de su corazón. Un cuento infantil sobre el duelo y la superación personal.