En julio de 1918, en medio de la Primera Guerra Mundial, el soldado Célestin Louise, que en la vida civil es inspector de policía, es llamado a investigar un crimen horrendo: un joven gendarme ha sido asesinado y escalpado en una iglesia. Todas las sospechas recaen sobre un indígena del regimiento americano estacionado cerca. Sin embargo, Célestin, sin prejuicios, intuye que el verdadero culpable aún está cerca. Al investigar el pasado de la víctima, descubre que estuvo involucrado en un robo años atrás. Mientras las ofensivas continúan, Célestin, con la ayuda de Germain Béraud, se enfrenta a una delicada investigación que tanto la gendarmería francesa como la policía militar desean resolver rápidamente.