En 1971, el etnólogo francés François Bizot fue arrestado en Camboya por los Jemeres Rojos. Detenido durante tres meses y condenado a muerte, fue liberado gracias a la intervención de su carcelero, un joven revolucionario idealista llamado Douch. En 1988, al visitar el antiguo centro de tortura S21, Bizot descubre que su liberador es responsable de la muerte de miles de personas. En 2003, Bizot se reencuentra con Douch por primera vez. Un extraño diálogo continúa más allá de su encuentro, donde Douch se expone con una sinceridad desconcertante. En 2009, en el juicio de los Jemeres Rojos, del que Douch es hasta ahora el único acusado, Bizot es el único testigo convocado por la Cámara. En una declaración conmovedora, dedicada a la memoria de sus compañeros desaparecidos, expone la trágica interrogación que está en el centro de su vida: ¿cómo reconocer los crímenes de los verdugos en toda su dimensión sin cuestionar al hombre mismo? ¿Cómo enfrentarse a Douch sin mirarnos en el espejo? '