En 1992, Alexandra Fuller se embarcó en un nuevo viaje, un matrimonio largo y tempestuoso con Charlie Ross, el amor de su vida. En estas memorias francas y personales, una secuela de No Let's Go To The Dogs Tonight, ella traza sus veinte años juntos, desde la brutal belleza del Zambezi hasta las montañas de Wyoming: las nuevas aventuras, los caminos inexplorados, los obstáculos insuperables y las muchas señales que pasaron por alto en el camino. Una memoria de gracia e inteligencia, llena de ingenio y coraje.