En el siglo XVIII, el conde de Breyves se quita la vida tras ser arruinado por especuladores sin escrúpulos, dejando a su esposa viuda y sin fortuna. Ella huye de París y la corte para refugiarse en el campo con su hijo Alexis. Decidida a proteger a su hijo de un destino similar, Madame de Breyves se propone convertirlo en un hombre invulnerable, capaz de enfrentarse a cualquier adversidad. Sin embargo, este camino la lleva a convertirse en una maestra de la inmoralidad para su propio hijo, mientras lucha con sus propios sentimientos y dilemas morales. Françoise Chandernagor sitúa la acción de su novela en los últimos años del siglo de las Luces, en vísperas de la Revolución Francesa. A través de esta historia, la autora plantea preguntas sobre la educación de los hijos en un mundo cada vez más difícil y sobre los valores que debemos transmitir a las nuevas generaciones.