A finales del siglo XV, el equilibrio político en Occidente dependía del conflicto entre el catolicismo y el islam por el control del Mediterráneo. En este contexto, nace Hasan, el protagonista de esta novela. Su curiosidad lo lleva a un viaje por Tombuctú, El Cairo y Constantinopla. Conocido como León el Africano, su visión es valorada por el papa León X y Julio de Médicis.