En la Bretaña francesa, específicamente en el bosque de Paimpont, un lugar mitológico conocido como Brocéliande, el capitán Chenevez se reincorpora al servicio tras un difícil caso anterior. Vincent Davy, un joven albañil, descubre un ojo incrustado en un pilar de hormigón en el pueblo de Kernéant. Chenevez, junto con sus lugartenientes Cattala y Morin, investiga a quién pertenece el ojo y quién cometió tal acto. La investigación los lleva a descubrir una red de crímenes pasados y futuros, donde un ojo azulado puede ser la clave para desentrañar una serie de oscuros secretos en la región.