En Auvernia, a principios del siglo XX, Alexandrine dirige con mano firme su próspera empresa especializada en frutas confitadas, Les Délices de Velay. Sin embargo, esta mujer de carácter tiene más dificultades en sus relaciones con sus tres hijas, ya que no sabe expresar su afecto ni mostrar los gestos de ternura de una madre. Marie, la mayor, fue criada aparte, en el campo. Sin embargo, es a ella a quien Alexandrine confiará las riendas de la empresa, liberándose finalmente, en su lecho de muerte, de su pesado secreto.