En el París de 1870, una serie de asesinatos salvajes desconciertan a la policía. El asesino, que se considera un artista, rinde homenaje a Isidore Ducasse, conde de Lautréamont. En una ciudad llena de vida y miseria, un obrero revolucionario, un inspector de policía y dos mujeres se cruzan con el asesino. Nadie saldrá ileso de este encuentro.