En la Sicilia de 1875, durante la inauguración del nuevo teatro de Vigàta, el prefecto provoca la indignación de los habitantes al imponer la representación de una ópera desconocida, 'El Cervecero de Preston'. Su obstinación, propia de un milanés que representa a un estado ajeno a las costumbres sicilianas, desencadena una serie de pasiones públicas y privadas que culminan con el fracaso del espectáculo y el incendio del teatro. A través de personajes pintorescos y una trama rica en misterios, la historia avanza entre explosiones de risa, injusticias sociales y erotismo, hacia un final que refleja la esencia de una Sicilia donde la farsa y la tragedia se entrelazan constantemente.