En el Tánger de los años 60, dos adolescentes de mundos distintos entablan una amistad. Marcados por la historia de su tiempo y tierra, uno proviene de una familia aristocrática de Fes y el otro es un tangerino con rabia. En un campo disciplinario, aprenden el valor de su integridad y maduran abruptamente, perdiendo su inocencia y sueños. Tahar Ben Jelloun relata con crudeza y ternura una amistad que perdura a través de la emigración, la soledad y los desencantos, hasta la prueba final.