En el Oxford de 1355, durante las celebraciones del día de Santa Escolástica, la ciudad se ve envuelta en violentos disturbios. Los académicos, temiendo por sus vidas, huyen a Cambridge en busca de refugio. Sin embargo, la seguridad es efímera, ya que una serie de muertes misteriosas comienzan a ocurrir entre los refugiados. Matthew Bartholomew y el hermano Michael se embarcan en una investigación que revela una trama cuidadosamente orquestada, donde los disturbios de Oxford son solo la punta del iceberg. Con la inminente visita del arzobispo de Canterbury a Cambridge y un colega acusado injustamente de los asesinatos, Bartholomew se enfrenta a una carrera contrarreloj para desenmascarar al verdadero asesino y evitar una catástrofe mayor.