En un encuentro de antiguos alumnos, Anna Marx se reencuentra con su vieja amiga Sybille Blank. Quedan para charlar tranquilamente, pero Sybille no aparece. Su marido, consejero ministerial en Bonn, no se preocupa demasiado, dice que se ha ido de viaje sin decir a dónde. Como Sybille sigue sin dar señales de vida, la preocupación de Anna aumenta a la vez que su desconfianza: ¿se ha escondido Sybille por voluntad propia o la han ayudado a hacerlo? Porque entretanto también ha aparecido el amante de Sybille y queda claro que la vida familiar de los Blank no es tan armoniosa como se dice.