En 'Masters and Commanders', Andrew Roberts describe cómo cuatro figuras titánicas moldearon la gran estrategia de Occidente durante la Segunda Guerra Mundial. Cada uno era excepcionalmente tenaz y de mente fuerte, y cada uno estaba seguro de que sabía mejor cómo ganar la guerra. Sin embargo, cada uno sabía que tenía que convencer al menos a dos de los otros para que se adoptara su estrategia. El libro traza la sospecha y admiración mutuas, los desaires y el encanto, los desacuerdos a menudo explosivos y las reconciliaciones cautelosas que resultaron.