En la tercera entrega de la trilogía Novias de Nantucket, Jude Deveraux continúa la saga de los Montgomery-Taggert. Hallie Hartley, una joven fisioterapeuta, recibe una herencia inesperada: una casa en Nantucket. Sin embargo, su hermanastra Shelly intenta robarle la herencia. Hallie decide mudarse a la isla, donde conoce a James Taggert, un joven y acaudalado cliente que se ha lesionado una pierna. A medida que los parientes de Jamie llegan para asistir a una boda, algo inusual flota en el aire, y Hallie sospecha que tras la lesión de su inesperado huésped se oculta algo más. Una historia de amor tierna y deliciosa, una clásica novela romántica.